MASAJE PRE-NATAL Y POST-NATAL
El masaje prenatal es extremadamente recomendable para las mujeres embarazadas (a partir del cuarto mes) y para sus bebés porque mejora la circulación sanguínea y la oxigenación de los tejidos, relaja la musculatura, favorece la elasticidad y flexibilidad de la piel, mejora el sistema inmunológico, logrando - en definitiva - que la madre mejore su estado físico y emocional. Además, este tipo de masaje genera un vínculo emocional precioso entre madre e hijo y favorece un ambiente uterino más sano y tranquilo para el bebé.
El masaje prenatal tiene como característica ser relajante, suave, dulce, armonizante y envolvente.
Para este masaje se tiene que tener en cuenta que sólo se puede empezar a recibirse a partir del
primer trimestre (justo finalizando este) o del cuarto mes y siempre en manos
de especialistas que realmente dominen las técnicas y la aplicación de aceites
esenciales ara la realización de aromaterapia en la misma sesión. Los aceites
esenciales que se utilizan van según necesidad de la embarazada y según
objetivos planteados para las diferentes sesiones del mismo
El masaje postnatal es aquel que se realiza
tras el parto y que persigue que se restablezca el correcto funcionamiento del
cuerpo de la madre, que ha sufrido importantes tensiones y presiones durante el
embarazo y parto, y favorecer que el útero vuelva a su lugar de manera natural.
Asimismo, también tiene importantes beneficios sobre el estado de ánimo de la
madre, disminuyendo la aparición o intensidad de la indeseada depresión
post-parto
Los masajes postnatales son aquellos que se realizan a la madre recién dada a luz,
su función es restablecer el buen funcionamiento de todo su cuerpo,
recuperar la espalda que había sido sometida
a fuerzas y presiones diferentes durante el embarazo, hacer que su útero vuelva
a su sitio de una manera sana y natural.